7 cosas que la gente que es buena con el dinero nunca compra

Las personas que son buenas con el dinero buscan la calidad por encima de la cantidad, y no hacen compras que descarrilen sus objetivos monetarios más adelante. 


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Con ocho posibles contendientes, incluidos Taylor Swift y John Legend, ¿Netflix podría conseguir un Oscar a la mejor canción original?

Por supuesto, 2020 fue un año como ningún otro en lo que respecta al entretenimiento en pantalla. A medida que la pandemia de coronavirus cerró las producciones en los EE. UU., Le permitió a Netflix continuar produciendo contenido de su profundo arsenal de películas y series.



Harry Styles, Roddy Ricch y Dua Lipa entre los nuevos ganadores del premio iHeartRadio Titanium


La mayoría de los artistas aparecieron en los premios y eventos de Variety 's Hitmakers el mes pasado, que incluyó un extenso perfil de Styles y una galería de fotos (en la foto de arriba) como la historia de portada de la revista adjunta. 

Lipa, Styles y Capaldi también recibieron premios de titanio anteriores en 2020, y cada uno alcanzó la marca con otros lanzamientos recientes. Otros artistas que reclamaron el premio el año pasado son Ariana Grande, Ava Max, Billie Eilish, blackbear, Camila Cabello, Chris Brown, Dan + Shay, Doja Cat, Drake, Ed Sheeran, Jonas Brothers, Justin Bieber, Kendrick Lamar, Khalid, Lizzo. , Maroon 5, Normani, Post Malone, Sam Smith, Selena Gomez, Shaed, Shawn Mendes, Swae Lee, Travis Scott y The Weeknd.

"Blinding Lights" de The Weeknd encabezó la lista de audiencia total de iHeartRadio del año, acumulando más de 2.100 millones de audiencias de acuerdo con un informe exclusivo de Variety . Post Malone siguió en segundo lugar con 1.870 millones de audiencia en "Circles", mientras que Styles, Lipa y Capaldi cayeron en los siguientes tres lugares con sus canciones anteriores, no las tres que se anunciaron que pasaron los mil millones hoy. "Break My Heart", "Watermelon Sugar" y "Before You Go", sin embargo, se ubicaron entre los 15 primeros.

Todas las canciones anunciadas recibieron un premio de titanio el viernes entre las 20 mejores para la audiencia que escuchó en iHeartRadio el año pasado.


Fuente; Variety




Calu y Manriko se conocieron en Nueva York y llevan juntos hace ya algunos meses. La modelo aprovechó este viaje para presentarle al joven a su padre, Guillermo Rivero, y compartir la fiesta de fin de año juntos. 

"Mi cuerpo, mi decisión", escribió en su cuenta de Instagram. La publicación fue acompañada de cuatro fotografías: en dos de ella se la ve a Calu posando desnuda, con los brazos estirados. Mientras que en la primera imagen está rodeada de pastos altos, en la segunda está apoyada contra un árbol y se animó a mostrar un desnudo total. 

Pero no es el único motivo de alegría que tiene Calu Rivero por estos días. Instalada en Punta del Este por la temporada, la argentina está bien acompañada por su nuevo novio, un joven ruso llamado Manriko a quien ya presentó en las redes sociales. 


No Te Va Gustar: "No queremos ser una banda de streaming"

Desde una estancia de lujo en José Ignacio, Uruguay, donde la banda graba su nuevo disco, el cantante Emiliano Brancciari explica cuánto extrañan tocar en vivo: "Necesitamos de la energía de la gente aplaudiendo, cantando o simplemente escuchando" Crédito: Lu Lee - Gentileza No Te Va Gustar.

Aunque en Uruguay, y en palabras de Emiliano Brancciari, "la cuarentena no fue tal", el contexto pandémico no le fue ajeno a No Te Va Gustar. 2020 estaba determinado a ser el año de la grabación de su décimo disco de estudio y las opciones que manejaban eran Estados Unidos e Inglaterra. Ambas se cancelaron por razones obvias y el grupo se vio obligado a recalcular sus planes Así fue que a principios de octubre se establecieron en el hotel de la estancia Vik, a las afueras de José Ignacio, a unos 50 kilómetros de Punta del Este y unos 160 de Montevideo. Dos camiones con equipos, que incluían hardware de los estudios argentinos Romaphonic y todo lo necesario para montar un estudio, fueron parte de la avanzada que concluyó con la totalidad de los integrantes conviviendo en un espacio de lujo con todo el tiempo dedicado a la grabación.

- A través del chef del hotel, conocido del grupo, No Te Va Gustar inició las negociaciones para alquilar ese "hotel donde vienen millonarios a pasar las vacaciones", se ríe Brancciari. La idea era estar cerca de sus casas, pero "lo suficientemente lejos como para estar concentrados en grabar sin lidiar con los problemas de cada uno". Sin límites de tiempo y en un contexto de total relajación pudieron dedicarse pura y exclusivamente a la grabación, que terminó la semana pasada. "Convivimos acá en un entorno alucinante. Estás durmiendo, te levantás y tenés el estudio ahí. Tenemos lugares de esparcimiento, que también es vital para cuando no te toca grabar. Estamos muy bien y eso se ve reflejado, porque cuando podés dedicarle tiempo a los detalles se nota".

En esta suerte de retiro musical que también es espiritual, NTVG buscó un sonido que sea nuevo. Todo en la estancia, donde no hay más de 20 personas entre staff de la banda y personal del hotel, está pensado en pos del disco. "Estamos solo para esto, no hay otra cosa", cuenta el cantante. "Ahora es todo para adelante". Y así también lo muestran en sus redes sociales. En su cuenta oficial de Instagram, ocultaron todos los posteos previos de la banda y el más antiguo es del 7 de octubre pasado, el día en el que viajaron a José Ignacio. El proceso, el viaje, el nuevo espacio, eso es lo que quieren mostrar, como si no existieran al menos por ahora, otro tiempo y espacio. "Archivamos todo el pasado, después volverá".

Sin apuros ni plazos fijos, NTVG planea lanzar un primer adelanto a fin de año, otro a principios de 2021 y después el disco, confiando en que podrán presentarlo en vivo. Así, el lanzamiento, dice Brancciari, "va a depender de cuando veamos la luz al final del túnel. No queremos ser una banda de streaming, porque el disfrute tiene que ser para el que lo ve y para el que lo ejecuta. Nosotros necesitamos de la energía de la gente aplaudiendo, cantando o simplemente escuchando".

-No quieren ser una "banda de streaming", ¿tampoco va a ser este su "disco de la cuarentena"?

No. Intentamos no componer al respecto, creo que nadie va a querer acordarse de este año y que una canción lo lleve a ese momento. Hay una que puede llegar a tener algo de esto, que tenga que ver con el encierro y la no posibilidad de ver a alguien, pero es muy amplia la letra, puede ser sobre otra cosa. -



-¿Cambió algo en tu proceso creativo tener tanto tiempo libre y poder dedicarte a componer sin giras de por medio?

Lo aproveché, le dediqué mucho tiempo. Terminé haciendo más temas que ni siquiera los probamos, quedaron un par para más adelante. En mi caso, mi único método es dedicarle tiempo. Me encanta componer, es mi vocación, pero si no le dedico tiempo... no es que baja algo. En algún momento tengo que agarrar la guitarra, escribir y darle. Ya me conozco los ciclos, sé que después de un proyecto creativo no me va a salir nada por un tiempo y ya no me preocupa. En los primeros discos lo sufría realmente. No me salía nada y entonces era "ya está, no compongo más", pero después vuelve ese fueguito. De a poco empiezan a salir cosas con más fluidez y esa sensación está buenísima, pero tengo que tener paciencia y aprendí a tenerla.

-En el último tiempo, editaron un libro con la historia del grupo y un disco de reversiones de sus canciones: ¿lo sintieron como un balance necesario para comenzar una etapa nueva?

Ahora es para adelante de vuelta, es así. Esa mirada para atrás, de los 25 años, empezó con el libro y ahora es despegarnos también del mundo acústico del que venimos y del último disco de estudio. No es volver a lo anterior ni en el sonido ni en el tipo de canción. Lo importante es que sea nuevo y ofrecer algo diferente. Obvio que el sello de la banda siempre existe, pero fue desprendernos de eso. Esto es otra cosa.

-¿Qué es?

-Es un disco más introspectivo, más de sentimiento, variado en géneros, con lindos estribillos y hay también potencia. Está bastante equilibrado, pero se aleja de las letras de Suenan las alarmas, que tenían que ver con turbulencias de lo social y lo político. Ahora es meterse en las turbulencias de los sentimientos.

-En ese proceso de escribir sobre cuestiones más internas, ¿cuánto hay de sanación y cuánto de sufrimiento?

-Un poco y un poco. Hay cosas que salen fácil, otras que hay que escarbar un poquito más. Hay sentimientos que me puedo poner desde otro lado a verlos, es según qué fibra toques. Pero me gusta que pase eso, en algunos sufro de verdad, en otros me alejo más... me divierte.

-De alguna forma lograron que toda esa introspección se mantenga incluso cuando la banda se destaca por la sonoridad expansiva, ¿cómo llegaron a eso?

-Tenes razón, nunca lo había pensado así. Tenemos como una cáscara que a priori te genera otra cosas visualmente y también de timbres y de música, pero que capaz te está llevando bien adentro en las letras. Creo que se da como que se entiende de donde salen, salen de mi casa, de estar en la cama o en el sillón tocando la guitarra. Después eso llega a ser enorme, pero se tiene que seguir notando de dónde viene y dónde te toca. Tampoco sé por qué se da no es que sé la fórmula. Las canciones tienen que sonar en la sala de ensayo, tienen que venir sonando, no es que hacemos algo que después no podemos reproducir. Te tienen que generar cosas en la sala, eso queda plasmado y se tiene que desarrollar en vivo, porque si no es una desilusión.

-¿Todavía mantienen el método de banda de sala de ensayo?

-Sí, no conocemos otra forma, que seguro la hay. La semillita, que es la canción, entra ahí en ese núcleo y de ahí vale todo. Tiene que partir desde ahí, nuestro ciclo vital es ese. Después es tratar de desarrollarlo en una grabación, darle el color que queramos y empatar esos colores en vivo. Ahí las canciones más viejas pasan por el filtro del sonido del disco que presentamos, le ponemos el disfraz del nuevo disco a todo.

-¿Y cuánto están abiertos a las opiniones de sus allegados que no son parte del grupo?

-Nos sirven con los adelantos. Aprendimos con el tiempo que el corte de difusión es para difusión. No hay que ir contra eso y el proceso del disco es largo. Al principio salíamos con lo que más nos gustaba a nosotros y quedaban ahí, no sonaban en las radios. Nos dimos cuenta que el corte es para eso, va en paralelo a la banda. Hay temas que son más fáciles de digerir y esos sirven muchísimo más de promoción. 

-¿Con quiénes lo consultan?

-Sabemos, igual, que nada es seguro. Pero están la familia, los amigos y los niños. Los niños son muy importantes porque tienen la cabeza sin contaminar, lo escucho a mi hijo y le pregunto. Tiene 10 años, así que le queda poco tiempo de quererme, me va a empezar a odiar en cualquier momento [risas]


La Nación

¿En qué anda Barry Gibb, el último sobreviviente de los Bee Gees?

Sus dos hermanos, Maurice y Robin, murieron en 2003 y 2012 y él, aunque semiretirado, vuelve ahora con un disco donde revisita su cancionero en formato country 

ALEX PAPPADEMAS, THE NEW YORK TIMES 

Lunes, 07 Diciembre 2020

Pocos pueden alardear de algo así: en 1978, Barry Gibb escribió siete número uno: "How Deep Is Your Love", "Stayin 'Alive", "Night Fever" y "If I Can't Have You", todos de Fiebre de sábado por la noche; "Shadow Dancing" y "(Love Is) Thicker Than Water" para su hermano Andy y "Grease" de Frankie Valli. En el Hot 100 del 3 de marzo de 1978, tres canciones de los hermanos Gibb estaban en el Top 5.

Fue así por un largo tiempo y luego no fue así.

A principios de la década de 1970, los Bee Gees llegaron a Miami para intentar hacer discos en Estados Unidos. Funcionó bastante bien para ellos, y Barry se quedó allí donde ha sido vecino de Matt Damon y Pablo Escobar.

Tiene 74 años y su legendaria melena de león ahora es gris bajo un sombrero de cuero estilo australiano. Sus palabras atraviesan sus aún magníficos dientes con un acento rico que sus orígenes (nacido en la Isla de Man, criado en Manchester y en Australia) no llegan a explicar.

El último álbum de Gibb, Greenfields: The Gibb Brothers Songbook, Vol. 1, grabado en Nashville con el productor Dave Cobb, sale a la venta en enero; antes habrá un documental de HBO del director Frank Marshall, The Bee Gees: How Can You Mend a Broken Heart.

Al principio de la película, vemos a Gibb y sus hermanos Maurice y Robin tal cómo los recordamos: camisas de cuello abierto de plata reluciente, medallones que brillan intensamente contra sus pechos. Luego, un foco va hacia Barry, recortando al resto de la banda. Es como un presagio: desde 1979, Gibb ha perdido a tres hermanos: Andy, el más joven -que se hizo solista con Barry como mentor y luchó con la drogadicción-, murió en 1988, a los 30 años. Maurice murió en 2003 y Robin en 2012.

Esto deja a Barry Gibb como el administrador de un cancionero de estándares contemporáneos. Gracias al karaoke es difícil imaginar un mundo sin canciones de Bee Gees pero Gibb vio lo suficiente ara entender que nada es para siempre.

"La misión es mantener viva la música", dijo. "Independientemente de nosotros y de mí. Algún día, como mis hermanos, ya no estaré y quiero que la música dure".

El nuevo disco es un rescate de ese legado musical, con relecturas de sus clásicos en versión country.

Gibb dijo que siempre ha habido country en el sonido de los Bee Gees, aunque a sus hermanos no les gustara. Pero la idea de hacer un álbum country había estado en la lista de deseos durante décadas, hasta el año pasado, cuando los Bee Gees firmaron un nuevo contrato con Capitol Records. Hubo discusiones sobre revisar el catálogo y Gibb se dio cuenta de que había llegado su momento country.

Cobb, de 46 años, ha ganado premios Grammy por su trabajo en el género y resultó ser un gran admirador de Bee Gees. Así se juntaron a grabar con Keith Urban, Alison Krauss, Gillian Welch, David Rawlings y Dolly Parton.

Una larga historia

En Australia, siendo menores de edad, los hermanos tocaron en bares y eran "unos Crocodile Dundee absolutos". El público australiano fue increíble, "pero toma mucho. Fuimos testigos de muchas peleas mientras cantábamos. Vi a dos tipos golpearse sin ponerse de pie".

Tuvieron un éxito, con "Spicks and Specks". "Robin solía decir que era nuestro primer número uno, pero en realidad solo lo fue en Perth". Volvieron a Inglaterra y firmaron con Robert Stigwood, entonces socio del manager de los Beatles, Brian Epstein, y se encontraron con el Londres de los 60 en pleno apogeo.

"Caímos en el flower power", dijo Gibb. "La idea era averiguar como qué personaje te disfrazarías". Un día en un ascensor se curzó con Eric Clapton. "Él estaba vestido de vaquero y yo de sacerdote".

Barry tenía 20 entonces; sus hermanos aún no tenían 18. "Eramos niños", dijo, "y muy ingenuos. Lo fuimos mucho tiempo". 

Pronto descubrieron alcohol, la marihuana y las pastillas, dijo Gibb. Sus primeros álbumes británicos como Bee Gees '1st de 1967, con su portada alucinante de Klaus Voormann, su orquestación excéntrica y títulos como "Every Christian Lion Hearted Man Will Show You", los hacían parecer activos en el estilo de vida de los 60. No lo eran.

Tan empapados como están en las vibraciones del momento, los álbumes de Bee Gees de finales de los 60 también están llenos de una tristeza trémula que se siente única en los Gibbs. Suenan como niños príncipes tristes que dominan el paisaje pop desde la ventana de su torre.

Pero incluso entonces, sus albumes iban dirigidos a las listas de éxitos. Nunca tuvieron una fase experimental a lo Brian Wilson. Eran verdaderos inmigrantes, adaptables y laboriosos.

En 1969, los tres Bee Gees estaban casados y vivían vidas separadas. "Creo que dejamos de conocernos realmente después de que llegamos a Inglaterra", dijo Gibb. Comenzaron a discutir de la forma en que solo podía hacerlo una banda de hermanos. Robin Gibb dejó la banda en 1969 y regresó 18 meses despúes a instancias de Stigwood. Muchos problemas, dijo Gibb, siguen sin resolverse. En lugar de hablar, escribieron "¿Cómo puedes reparar un corazón roto?", Y se cantaron lo que no podían decirse.

Tras mudarse a Miami por sugerencia de su amigo Clapton, comenzaron a hacer algunos de los discos más grandes de la historia.

Canciones como "Jive Talkin" tenían un ritmo más pesado que cualquier cosa que hubieran hecho. Gibb pensó en su nueva dirección como un camino hacia el R&B. Pero su contribución a Fiebre de sábado por la noche los redefiniría. Cuando John Travolta se pavoneaba al ritmo de la suave línea de bajo de "Stayin' Alive", el angustiado falsete que Barry Gibb había descubierto recientemente, se volvió música disco.

"Nos absorbió eso", dijo Gibb. "Simplemente estábamos haciendo albumes que amamos. De hecho, ni siquiera los llamamos 'disco'. Nunca pensé que un album de Stylistics fuera disco y 'Too Much Heaven' no era de discoteca. "How Deep Is Your Love" tampoco. Pero te clasifican".

El álbum de la banda sonora de la película es su mayor éxito: 16 veces platino, aún es la segunda banda sonora más vendida de la historia, después de El guardaespaldas de Whitney Houston.

La discoteca, como fenómeno cultural, era negro, mestizo y gay; que los Bee Gees no fueran ninguna de estas cosas no les impidió quedar en el fuego cruzado los defensores del género y el movimiento "Disco apesta". Se volvieron parias.

Pero Barry ha vivido lo suficiente para ver cambiar la conversación en torno a su música. Ahora hay docenas de videos en los que usuarios de YouTube, en su mayoría negros y bien jóvenes reaccionan al video de "Too mucho Heaven".

El video es un documento de su época. Los Bee Gees están cantando en un estudio de grabación rodeados helechos, respaldados por una sección de cuerdas. Llevan camisas de seda con el cuello abierto. Los jeans de Barry son una broma lasciva. Al principio, los YouTubers se muestran escépticos. Luego, casi sin excepción, se quedan sin palabras cuando llegan las voces y Gibb y sus hermanos comienzan a construir una catedral sin nada más que el aliento en sus pulmones.

Barry Gibb no ha visto estos videos. Pero ha visto algunos clips de jóvenes haciendo versiones de canciones de Bee Gees como "How Deep Is Your Love", y algunos de ellos no son tan malos. "Había un niño de no más de 11, 12 años. Sea quien sea, será uno de los grandes si no pierdela cabeza. Esa es la cuestión. ¿No? Esa es siempre la cuestión".



Discos esenciales: la historia detrás de 1984, el clásico de Van Halen

En el quinto episodio de su podcast Discos esenciales, el equipo de Rolling Stone, junto con músicos y críticos invitados como Juanchi Baleirón (Los Pericos), Carla Ritrovato, Pablo Mondello (Massacre), Pato Sardelli (Airbag) y Diego Mancusi, reescuchan y analizan tema por tema 1984, el gran LP de la banda californiana Van Halen, a la vez que recuerdan a su legendario guitarrista, Eddie Van Halen, fallecido semanas atrás. Banda de sonido ineludible de los años ochenta, 1984 forma parte de la nueva colección Clásicos en Vinilo presentada por Rolling Stone y LA NACION. 

Van Halen fue una banda de rock estadounidense, formada en Pasadena, California en 1972, por. El primer álbum de Van Halen con Hagar, el 5150 de 1986 , fue el primer número de la banda. dos álbumes ( Van Halen y 1984 ) venden más de diez millones de copias en Estados Unidos. ... Van Halen 

23/11/2020



10/11/2020

Sinead O'Connor entra en rehabilitación por sus adicciones

Reconocer un problema es el gran primer paso para deshacerse de él. Y Sinead O'Connor parece haberse dado cuenta de que, efectivamente, tiene uno que necesita solución. La cantante ha reconocido que durante años ha sufrido adicciones y que ahora va a buscarles una cura a través de un programa de rehabilitación que le ha hecho posponer todos sus conciertos hasta el año 2022, excepto los cuatro que tendrán lugar en Irlanda. Además de explicar que en estos recitales la acompañará "alguien de rehabilitación", también explicó que durante los dos próximos años no puede dejar Irlanda, aunque no contó los motivos.

En octubre de 2018 la cantante de origen irlandés se convirtió al islam y se cambió el nombre por el de Shuhada Davitt, aunque ahora en su cuenta de Twitter se hace llamar Shuhada Sadaqat. Un gran cambio de fe, puesto que, después de su explosiva imagen rompiendo una foto del Papa Juan Pablo II en televisión en 1992, a finales de los años noventa se hizo ordenar sacerdote por un grupo independiente de la Iglesia Católica.

En su perfil, la artista, de 53 años, ha colgado una veintena de mensajes donde explica el sufrimiento que lleva padeciendo desde hace tres décadas. Además, sufre un trastorno bipolar diagnosticado en 2003, el mismo año en el que anunció su retiro.

LA NACION 

12/11/2020

Cómo es PWR UP, el nuevo disco de AC/DC

o nuevo de AC/DC suena como lo viejo de AC/DC. Lo cual normalmente no es ni bueno ni malo: simplemente es. Nadie -ni los fans, ni los críticos- espera nada rupturista del grupo, y ellos responden sacando discos que mantienen el estándar, no sólo de estilo, sino de contundencia. Sin embargo, el contexto en el que llega PWR UP es atípico, y el hecho de que suenen iguales al viejo y querido AC/DC se convierte en un hecho a destacar: después de perder a un miembro fundador (Malcolm Young, guitarra rítmica, fallecido en 2017), sumando a un integrante nuevo a esta altura del campeonato (Stevie Young, sustituto de su extinto tío), tras verse obligados a dar conciertos con Axl Rose reemplazando al cantante Brian Johnson (aquejado de problemas auditivos), con el bajista Cliff Williams amenazando con retirarse, recuperando al baterista clásico Phil Rudd y con todos los involucrados sufriendo los lógicos embates de la edad, el panorama no era el más alentador. Y sin embargo ahí están, poniéndole el pecho a las balas, saltando todas las vallas que el destino les puso enfrente y logrando ser -para alegría del público rocanrolero - los mismos de siempre.

Lo más simpático de la cuestión es que no están interesados en la épica: así como Lemmy Kilmister decía al salir al escenario "somos Mötorhead, tocamos rock n' roll" sin mucha farofa y acto seguido procedía a atropellar a cualquiera que estuviera parado a tres cuadras a la redonda, AC/DC sabe que tuvo mucho contra lo que luchar pero no hace bandera con eso. No se cuelgan chapa de sobrevivientes ni mucho menos piden algún tipo de tolerancia por la circunstancia desfavorable: van y hacen un disco crudo, riffero, pesado, de a ratos sexy, abrumadoramente ganchero, a la altura de su leyenda. Tampoco hay lamento mediático ni llanto ni alabanzas a la propia resiliencia: son una banda de rock haciendo su trabajo. Basta y sobra.

Así las cosas, no todo en PWR UP son himnos de estadios (tampoco es que falten: los cortes "Shot in the Dark" y "Realize" son pura pirotecnia). Por ejemplo, "Through the Mists of Time" es -para los parámetros de AC/DC: no esperen un lento para abrazarse- melódica y relajada, y hasta reflexiva ("veo sombras oscuras en las paredes, veo algunos cuadros, algunos cuelgan, otros se cayeron", canta Johnson, filosofando sobre el paso del tiempo). También hay -cómo no- mucho blues, en su particular interpretación del género (eléctrico, sucio, rutero): en "Demon Fire" canaliza a Howlin' Wolf con voz arrastrada, para luego mutar hacia su característico agudo mientras la base se dedica a ser el reloj que siempre ha sido y la guitarra de Angus dispara fraseos en bajada, como si la canción fuera a terminar cada treinta segundos.

Otro hecho celebrable de PWR UP es el anacronismo entendido como una decisión artística. A AC/DC no le importa que el rock ya no sea sinónimo de juventud, no le interesa que la poesía haya evolucionado y que ya no se hable de algunas cosas de la forma en la que se hablaba: sin nunca ser ofensivos ni brutos, su lírica es una ventana al siglo XX, un elogio a una época más simple craneada desde la inocencia. "¿Cuál es el antídoto? Señora, pruebe el money shot. Es mejor si lo toma caliente", dice el estribillo de "Money Shot" (así se denomina a la toma en la que el protagonista masculino de una película porno eyacula), y uno no puede no sentir esa picaresca sonsa como un bálsamo que ignora toda tratativa de corrección.

AC/DC y su sonido gozan de buena salud

De hecho todo lo que hay en el disco es, de alguna manera, retro. No hay canción que no remita a alguna otra antecesora en el catálogo del grupo ("Wild Reputation" es "Cover You in Oil", "Witch's Spell" es "Who Made Who" y así). Los doce tracks llevan la firma de Malcolm Young, porque en todos intervino antes de morir. ¡Hasta la misma formación es una reunión de viejos amigos! Lo dicho: AC/DC se concentró en volver a ser AC/DC, en mantener la vara alta, en que los problemas y el paso del tiempo no importen y en generar en el oyente exactamente lo mismo que generaba hace treinta, veinte o diez años. Se puede decir que lo logró.

LA NACION

Punta del Este - Uruguay
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